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            GLANDULAS SUDORIPARAS: ECRINAS Y APOCRINAS
              
                
             En numerosas ocasiones nuestro  organismo tiene que soportar temperaturas elevadas, ya sea por  variaciones de la temperatura ambiental externa, ya sea por un  aumento de la temperatura basal interna, debida a cambios metabólicos  como puede ser la fiebre o el ejercicio fisico. En esta ocasiones,  podemos observar a simple vista un cambio en el aspecto de la piel:  entematosa, húmeda y brillante en un principio, si no cesa el factor  desencadenante aparecerán unas gotitas cristalinas que es lo que  todos conocemos con el nombre de «sudor».
 Este es el mecanismo específico que  posee el ser humano para mantener siempre nuestra temperatura interna  a 37°C., y las glándulas sudoríparas distribuidas por toda la  superficie cutánea serán las responsables de ello. Las glándulas sudoríparas están  situadas en la dermis e hipodermis y sus conductos ascienden hasta la  superficie corporal a través de la epidermis excretando un líquido,  el sudor, compuesto básicamente de agua y sales en diferentes  proporciones. Existen dos tipos de glándulas  sudoríparas: —Ecrinas. —Apocrinas. GLANDULAS ECRINAS Las glándulas sudoríparas ecrinas son  de tipo exocrino, localizadas en la dermis y que desembocan  directamente en la superficie cutánea por medio de una formación  tubular productora del sudor. Están distribuidas por toda la  superficie corporal excepto las mucosas y lecho ungueal, predominando  en palmas, plantas, frente y axilas, oscilando su número entre dos y  cinco millones, con un porcentaje variable de 150-350 por cm2. Su  función fundamental es la de regular el equilibrio térmico del  organismo. Cada unidad sudorípara consta de un glomérulo secretor  compuesto de células pequeñas y grandes rodeadas de células  mioepiteliales y una amplia red de terminaciones nerviosas simpáticas  (colinérgicas y adrenérgicas), un conducto excretor en el que se  diferencia una porción interna o dérmica cuya función es de  reabsorción activa y una porción externa o epidérmica en forma de  espiral, lo que le permite adaptarse a las modificaciones  epiteliales, formando el poro sudoríparo. Composición y secreción ecrina: El  sudor Las glándulas ecrinas segregan el  sudor, un líquido isotónico, incoloro e inodoro, de PH ácido (4,5  a 5,5) compuesto por un 99% de agua y solutos que en orden  decreciente son: sodio, potasio, cloro, urea, proteínas, lípidos,  aminoácidos, calcio, fósforo y hierro, aunque todos los  electrolitos del plasma se encuentran en mayor o menor proporción. La sudación varía de un lugar del  cuerpo a otro en relación con la densidad de las glándulas  sudoríparas, estando influida por gran variedad de factores como  son: edad, temperatura, ingesta de agua, emociones, etc. El sudor se produce en la porción  secretora de la glándula mediante un ultrafiltrado isotónico  procedente del plasma y siendo a nivel del túbulo excretor porción  dérmica, donde se produce la concentración definitiva del sudor por  un mecanismo activo de reabsorción de sodio y será expulsado al  exterior por la porción epidérmica del túbulo excretor. Regulación Su regulación es nerviosa, en ausencia  de estímulos, las glándulas sudoríparas están en reposo, es  decir, no segregan sudor, únicamente a nivel de palmas y plantas la  secreción sudoral es continua y espontánea. De modo intermitente bajo estímulos  colinérgicos y en situaciones de tensión psíquica, se produce una  contracción adrenérgica de las células mioepiteliales de la  glándula ésta se vacía totalmente y aparece el sudor  característico, localizado en áreas determinadas y dependiendo del  tipo de estímulo que lo ha producido. Según estos estímulos encontramos  varios tipo de sudación: térmica, psíquica y gustativa. —Sudación térmica, es la respuesta  sudoral al estímulo que provoca un aumento de temperatura ya sea  producida por causas internas como fiebre, enfermedades metabólicas,  ejercicio físico, etc. O externas, por aumento de la temperatura  ambiental. Mediante el mecanismo de termolisis el  organismo intentará mantener constante la temperatura del cuerpo  humano. La respuesta de sudación térmica es generalizada aunque  respeta palmas y plantas ya que estas áreas no son  termodependientes. —Sudación psíquica o emocional de  aparición inmediata, provocada por situaciones de tensión emocional  (miedo, dolor, ...) localizada especialmente en frente, palmas,  plantas y axilas. Su intensidad dependerá de la persistencia del  estímulo, pudiendo ser generalizadas en caso de emociones fuertes. —Sudación gustativa o reflejo facial  producido por alimentos picantes y localizada en labios, frente y  nariz, siendo muy importante en algunos individuos. Funciones del sudor: termorregulación Ante la elevación de la tempratura, el  cuerpo humano dispone de varios mecanismos para enfriarlo: vasodilatación, sudación, y  evaporación pulmonar. —La termorregulación consiste en el  enfriamiento del cuerpo humano por un mecanismo de evaporación, ante  un incremento de 50C en piel o de 0,5°C en sangre se provoca un  estímulo en el centro termorregulador que mandará órdenes a través  del hipotálamo a la glándula ecrina, que por medio de  neurotransmisores estimula la secreción del sudor, éste se evapora  con gran rapidez, actuando como verdadero termostato. En condiciones normales el volumen de  secreción es mínimo, en ocasiones es muy grande y puede llegar a poner en peligro la vida en  climas tórridos, pues en estas situaciones ali~anza los tres litros por hora y los 12 por día, no hay que  olvidar que cada litro de sudor evaporado elimina 540 calorías. —Mantener el PH ácido de la  superficie cutánea confiriéndole propiedades antisépticas y  antifúngicas. —Mantener la humedad en palmas y  plantas con aumento del coeficiente de fricción y facilitar así la  prensión de los objetos y mejorar la deambulación. —Función excretora de metales  pesados, compuestos orgánicos y fármacos. GLÁNDULA APOCRINA Son también glándulas de secreción  exocrina de forma tubular, siendo éstas más voluminosas que las  ecrinas y situadas en tejido subcutáneo, su principal diferencia es  que desembocan en la vaina del pelo por encima de la glándula  sebácea. Su distribución sobre la superficie  corporal también las diferencia ya que se localizan selectivamente  en axilas, areola mamaria, párpados (glándulas de Moli) zona  anogenital, conducto auditivo externo (glándulas ceruminosas) y en  menor cantidad en cara y cuero cabelludo. Su función principal es la odorífera,  producen una secreción de función desconocida, que cuando se  encuentra en la superficie cutánea y se descompone por bacterias  actúa como feromona (sustancia olorosa). La glándula sudorípara epocrina es un  apéndice que se desarrolla en el folículo piloso, después que el  pelo está formado, hecho que se produce en la adolescencia. Cada glándula está constituida por un  glomérulo secretor, que se encuentra en dermis profunda, en forma de  ovillo, formado por células mioepiteliales, inervadas por fibrillas  simpáticas adrenérgicas, y epiteho columnar. Un conducto excretor  que desemboca en el canal pilar por encima de la glándula sebácea,  compuesto por dos hileras de células cuboideas y una cutícula que  tapiza su luz. Composición y regulación apocrina La secreción apocrina es el resultado  de la eliminación por «decapitación» del epitelio columnar, por  lo que es viscosa, áspera, de aspecto lechoso y estéril, llamada  «sudor apocrino». Esta secreción es vertida a nivel del folículo  piloso en donde se mezcla con la secreción sebácea y conjuntamente  emergen a la superficie cutánea. Su composición es de proteínas,  amonio, carbohidratos, ácidos grasos, hierro y sustancias  aromáticas. El número de glándulas apocrinas  varía individualmente, viene determinado genéticamente y en  relación al sexo. Están presentes ya en el nacimiento, pero no se  desarrollan hasta la pubertad, precisando para ello de la influencia  de las hormonas sexuales (los andrógenos), sin embargo el factor  hormonal no es necesario para mantener su actividad funcional durante  el resto de la vida adulta. En la senectud las glándulas apocrinas  remiten segregando menor cantidad de sudor apocrino. La secreción apocrina se hace de forma  continua y en pequeña cantidad, pero en determinadas situaciones  como miedo, dolor o inducción farmacológica como la que produce la  epinefrina, hay descargas simpáticas adrenérgicas que contraen las  células mioepiteliales y se produce secreción inmediata y en mayor  cantidad. Función apocrina: Odorifera La función de las glándulas apocrinas  es principalmente la odorífera, esta característica no la poseen por ellas mismas, sino que necesitan de  la acción conjunta del sebo, restos celulares, flora bacteriana y  secreción ecrina. Las glándulas apocrinas  filogenéticamente, son de reciente aparición. En los animales  produce atracción sexual e incluso son encargadas de la  termorregulación, posiblemente en las culturas primitivas, el olor  corporal tenía una función social, actualmente en nuestra cultura  el olor corporal es rechazado, de ahí el gran auge de los cosméticos  encaminados a reducirlo o eliminarlo totalmente. El olor corporal es distinto en cada  individuo y de intensidad variable, presentando patrones topográficos  diferentes: olor del cabello, de la piel en general, de las regiones  genital y anal, de las manos y pies, etc. En resumen, el olor corporal es el  producto final de una serie de factores que se interrelacionan. La  secreción apocrina recién formada es estéril e inodora rápidamente  es colonizada por bacterias residentes en la superficie cutánea y  junto con la secreción sebácea dará lugar al olor característico  de cada individuo y diferente según la región corporal de la que  proceda. 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